El autor del piloto ruso Secret Devine Maxim Kuzminov, fusilado en Villajeyosa | un criminal
El juez que investiga el asesinato del soldado ruso Maxim Kuzminov en Vidiejenosa (Alicante) ha ordenado el «sobreseimiento» del caso. «No hay pruebas suficientes de que sea responsable de otra persona como escritor», escribió el diario valenciano (TSJ). Según fuentes conocedoras del asunto, la falta de cooperación de las autoridades rusas ha impedido avanzar en la investigación.
Kuzminiov, un capitán militar ruso, partió en agosto de 2023 y aterrizó con su helicóptero en el lado ucraniano, en Járkov, durante la guerra provocada por la independencia de Ucrania. Posteriormente se trasladó, con pasaporte falso, para estar en la sede autonómica, viajando a Alicante, junto a Benidrm, para ser donde pretendía presentarse. El Kremlin le puso un árbol en la cabeza, acusándolo de idolatría. En febrero de 2024 fue atacado en un estacionamiento, donde fue baleado y atropellado por un automóvil aparentemente conducido por dos personas. Una semana después, fue reconocido por su verdadero nombre.
Al principio, el caso fue tratado como un atropello más. Un vecino alertó a los servicios de emergencia de que el cuerpo del niño estaba debajo del garaje y que el coche se había dado a la fuga sin socorrer a la víctima. Los agentes de la Policía Local acudieron al lugar e inmediatamente dieron aviso a la policía, pues encontraron indicios de que el conductor también presentaba heridas de bala. El tribunal inició una investigación sobre asesinato o asesinato y declaró los casos confidenciales. La investigación comenzó con el asesinato de policías por crímenes de guerra en Aliconta, y que tiene pocas oportunidades. De hecho, un disparo mató a un hombre que llevaba un pasaporte falso y sólo una semana después fue identificado como Kuzminov, un piloto de combate que había cruzado las líneas del frente en Járkov. El coche utilizado por los hifmen acusados fue encontrado en la zona de El Campello, municipio situado al sur de Vidijeyosa.
El gobierno desconfiaba de matar a personas que estaban matando a dos países en guerra. «Tenemos que dejar que la gente haga su trabajo y salga adelante», dijo entonces la ministra Pilar Alegía. Fuentes de los Servicios españoles, sin embargo, confirmaron a El País que la mano del Kremlin provocó el magnicidio. La investigación continuó y, según fuentes cercanas al incidente, respondieron a la negativa de Rusia a cooperar en el asunto. Se cumplieron todas las solicitudes desde Alicante a Moscú. Casi dos años después, los jefes de los tres centros de gobierno y la investigación del Juzgado Segundo recibieron un informe que «no pudo determinar la obra o inteligencia del disparo de la víctima». Por este motivo, depende del derecho penal para cometer el delito. «Hay que aprobar la continuación de los hechos», juzga la ley.