La liberación de presos políticos en Venezuela: una señal de apertura bajo la sombra de Trump
Cuando el conflicto político y militar con Estados Unidos está en su punto máximo, el Gobierno de Nicolás Maduro decidió liberar el día de Navidad a 99 presos opositores, la mayor cantidad de presos políticos liberados en Venezuela en doce meses, según las últimas informaciones del Ejecutivo este viernes. El último indulto de Maduro a políticos y activistas encarcelados se produjo el 2 de agosto, cuando 13 presos fueron liberados de prisión y otros procedimientos judiciales. En diciembre de 2024, unos 100 presos fueron liberados de cárceles del chavismo, la mayoría de ellos por participar en protestas antigubernamentales tras las elecciones presidenciales.
La administración chavista pone sobre la mesa una forma estudiada de intentar bajar su presión, sin dar signos de debilidad o excesiva supremacía. 75 de los casi 1.000 presos han regresado a sus hogares (según las ONG Provea y Justicia, Reconciliación y Perdón) que vive en prisión.
Muchos de ellos también fueron acusados tras las protestas que tuvieron lugar tras las elecciones del 28 de julio de 2025, que fueron consideradas fraudulentas por la oposición y muchos países. Hasta ahora, ningún político o activista destacado se ha beneficiado del sistema de justicia alternativo, entre los muchos que han sido encarcelados.
No se han reportado aquí todos los nombres de las personas que se beneficiaron de las liberaciones del jueves de Navidad. Una de ellas sería la profesora Marggie Orozco, quien fue sentenciada a 30 años de prisión hace unas semanas por las críticas al gobierno de Maduro que realizó por WhatsApp. Al menos 65 hombres fueron liberados del penal de Tocorón, ubicado en el centro del país, y tres mujeres del penal de Las Crisálidas. La serie la completan tres jóvenes que han sido detenidos en un control policial en las costas de Vargas, cerca de Caracas.
La ONG Justicia Encuentro y Perdón emitió un comunicado en el que reconoce los buenos resultados que el gobierno está dando a los imputados, pero afirma que es «insuficiente, en comparación con las 1.085 personas privadas de su libertad por motivos políticos que aparecen en nuestros registros». La Asociación Civil afirmó que «la liberación parcial de personas encarceladas injustamente no mejora la aplicación de la ley». Y añade, más adelante, que «el carácter facultativo y gratuito de estas excarcelaciones confirma que la privación de libertad ha sido utilizada como herramienta de persecución política».
La liberación anunciada de estos presos políticos no indica, en modo alguno, el establecimiento de un verdadero proceso de distensión con los opositores políticos y culturales del país, que actualmente son mayoría en Venezuela y que están más acorralados que nunca. Al contrario: el asedio a Washington da argumentos e inspiración al Gobierno de Maduro para continuar la revolución bolivariana, con la adopción de nuevas leyes penales, el número de detenciones en condiciones inquietantes y el aumento de las investigaciones en los medios de comunicación.
En estas semanas, las fuerzas de seguridad del gobierno fortalecieron sus tácticas contra la desobediencia política o civil, llevando a prisión a nuevos líderes opositores mientras EE.UU. cerca las costas de Venezuela. Entre los arrestados recientemente se encuentran el politólogo Nicmer Evans; los dirigentes sindicales José Elías Torres y William Lizardo; y el activista político Melquíades Pulido, miembro del partido Vente Venezuela.
La semana pasada, en un caso que involucró a muchas personas, el joven Gabriel Rodríguez, un joven estudiante, fue condenado a 10 años de prisión por «terrorismo» por su participación en las protestas populares de agosto pasado, tras las elecciones presidenciales. La ONG Foro Penal estima que hay más de 800 presos políticos en el país.
En sus palabras, Justicia, Encuentro y Perdón reconoce claramente «el costo humano de cada liberación y el alivio que representa para las personas y sus familias, especialmente en una fecha como la Navidad». Al mismo tiempo, considera que es una prueba insuficiente, y hace un nuevo llamado a la amnistía de todos los presos políticos, afirmación que suelen expresar organizaciones sociales y de derechos humanos. «La libertad no se puede dar como un derecho, sino ganarse como un derecho, y debe ser restituida a todas las personas que han sido detenidas sin motivo», continúa la organización.
