Acuerdo con el Congreso previene cierre gubernamental antes de elecciones.
Estados Unidos busca evitar un cierre gubernamental ante elecciones cruciales en noviembre
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, ha llegado a un acuerdo con los líderes demócratas del Congreso para extender el presupuesto federal y así prevenir un cierre parcial del gobierno, en un momento crítico antes de las elecciones del 5 de noviembre.
La propuesta, que aún debe ser sometida a votación, propone una solución temporal que extendería las autorizaciones de gasto hasta el 20 de diciembre. Este movimiento busca otorgar estabilidad al gobierno, lo que sería crucial dado el clima electoral en el que se renovarán todos los escaños de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. La extensión también incluye 231 millones de dólares adicionales para el Servicio Secreto, lo que responde a una solicitud previa del presidente Joe Biden para reforzar la seguridad de los candidatos, especialmente de Donald Trump, quien ha enfrentado amenazas a su vida.
Tradicionalmente, los republicanos han intentado incluir en cualquier propuesta del presupuesto nuevas restricciones para la identificación de votantes, aunque estas medidas no guardan relación con la financiación gubernamental. Donald Trump ha impulsado el conocido SAVE Act, el cual podría dificultar el voto para algunos ciudadanos estadounidenses que no poseen tan fácilmente documentos de identidad requeridos. Esta controversia resalta un trasfondo de desconfianza en el sistema electoral, avivada por el expresidente, quien ha reclamado una revisión drástica de los requisitos de identificación.
El expresidente Trump reiteró su posición de que la aprobación de esta medida es esencial, insinuando que debería hacerse una elección entre ella y cualquier acuerdo de continuación del presupuesto. "Si las reformas no avanzan, el voto en la elección más crucial de la historia estará amenazado", expresó en su red social. Esta presión plantea un dilema para los republicanos, quienes sienten la necesidad de actuar para evitar un cierre gubernamental que podría resultar en una mala imagen ante los votantes.
A pocos días de las elecciones, la posibilidad de un cierre parcial del gobierno es una preocupación constante entre los legisladores. Mitch McConnell, líder de la minoría del Senado, subrayó que sería un gran error político asumir la responsabilidad de interrumpir los servicios públicos justo antes de elecciones cruciales, donde la culpa recaería en su partido. McConnell y otros republicanos están en una búsqueda constante para evitar que esta situación dañe sus perspectivas electorales.
En una carta dirigida a sus colegas, Johnson subrayó la necesidad de actuar con rapidez para evitar posibles enredos legislativos. Se comprometió a llevar adelante una resolución continua que sea clara y evite complejidades innecesarias. “El acuerdo alcanzado es el más prudente considerando el momento político en el que nos encontramos”, expresó, añadiendo que cerrar el gobierno a menos de 40 días de una elección sería una “mala praxis política.”
El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, se mostró satisfecho con el avance de las negociaciones, aunque criticó el tiempo que tomó llegar a este punto. "Este acuerdo podría haberse logrado antes, pero la inclinación hacia una estrategia partidista pudo haber costado tiempo", afirmó. La cooperación bipartidista se ha vuelto esencial en estas circunstancias, y Schumer parece optimista respecto a la dirección que están tomando los trabajos legislativos.
Desde la oposición, Hakeem Jeffries, líder de los demócratas en la Cámara, indicó que están dispuestos a evaluar la propuesta de resolución continua en su totalidad, destacando que el esfuerzo conjunto de ambas partes podría evitar un cierre gubernamental perjudicial para los ciudadanos. Sin embargo, las tensiones podrían surgir, ya que algunos miembros más conservadores de la Cámara parecen escépticos respecto a cualquier aumento del gasto, lo que podría comprometer el consenso necesario para avanzar en la legislación.
A pesar de los esfuerzos para alcanzar este acuerdo temporal, el camino hacia una aprobación del presupuesto permanente antes del 20 de diciembre sigue siendo incierto. La dinámica electoral podría complicar aún más las negociaciones. La historia reciente muestra que, en ocasiones, la falta de un acuerdo ha llevado a cierres gubernamentales en momentos críticos, un desenlace que nadie desea en este contexto electoral donde el país se prepara para elegir no solo a un presidente, sino también a una nueva composición del Congreso.
Sin un sistema unificado de legislación presupuestaria y un historial de aprobar leyes de manera oportuna, la situación fiscal de Estados Unidos enfrenta un camino tenso. Desde 1997, el país no ha logrado aprobar todas las leyes requeridas al inicio del año fiscal. La dependencia de resoluciones continuas para mantener el funcionamiento del gobierno ha generado críticas sobre la eficacia del sistema y refleja desafíos continuos que deben ser enfrentados por los líderes electos, quienes ahora tienen la responsabilidad de actuar de cara a un electorado cada vez más impaciente.