Andrés Hernández: escándalos de deudas y corrupción como cónsul.

Andrés Hernández: escándalos de deudas y corrupción como cónsul.
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En un giro preocupante de eventos, el cónsul de Colombia en México, Andrés Camilo Hernández Ramírez, quien ha estado en el centro de una controvertida denuncia de estafa, enfrenta serias acusaciones que han puesto en duda su lealtad y habilidades como diplomático.

Hernández, un cercano colaborador del presidente colombiano Gustavo Petro, fue nombrado cónsul a pesar de no tener experiencia previa en el ámbito diplomático. Esta elección ha sido cuestionada tras la anulación de su nombramiento por el Consejo de Estado, debido a la falta de calificación necesaria. Sin embargo, fue reempadronado poco tiempo después, lo que ha generado polémica y desconfianza entre los miembros de la comunidad colombiana en el país norteamericano.

Sonia Cuesta, una funcionaria del Consulado durante 26 años, guardó sus ahorros para su jubilación, acumulando un total de 24,564 dólares. En medio del proceso para cerrar su cuenta en México, Hernández ofreció recibir el dinero en su cuenta y transferírselo posteriormente. Sin embargo, tras facilitarle 15,000 dólares y el resto unos días más tarde, comenzó una espiral de excusas y evasivas que hicieron que Sonia se preocupará por su dinero y su futuro.

La historia tomó un giro dramático cuando Sonia regresó a Colombia y solicitó la devolución de sus ahorros. A pesar de que inicialmente recibió 2,000 dólares, los esfuerzos de Cuesta para recuperar los 19,564 dólares restantes fueron infructuosos. La situación se tornó aún más alarmante cuando Hernández dejó de responder sus mensajes, alegando que tenía problemas con su cuenta bancaria. Estas complicaciones dejaron a Sonia fuera de balance emocional y financiero, obligándola a buscar asesoría legal mientras la Fiscalía investiga la conducta del cónsul.

Además de su situación con Sonia, la gestión financiera de Hernández ha estado bajo el escrutinio de la Cancillería colombiana. Un informe reciente señaló que al dejar su cargo, Hernández tenía pendiente un reintegro de 12,700 dólares debido a gastos no autorizados. La falta de claridad en su manejo de los fondos públicos plantea interrogantes sobre su idoneidad para el puesto y su respeto por el erario público, un tema recurrente en los informes de sus manejos en el Consulado.

Hernández también enfrenta acusaciones de no cumplir con sus compromisos financieros con diversos grupos de colombianos en México. Una de las denuncias proviene de Angélica Dueñas, quien lo acusó de deber dinero a una organización social. En respuesta, Hernández afirmó que estas deudas eran menores y que se quedarían resueltas con pronto pago. Sin embargo, tanto los involucrados como la comunidad colombiana continúan alzando voces sobre su falta de resolución en estos asuntos.

Por si fuera poco, las quejas por deudas también se extienden a arrendadores que alquilaban propiedades a Hernández. Varias arrendadoras lo han señalado por incumplimientos de pago, ya que debía renta y mantenimiento de sus apartamentos. La situación sugiere un patrón de comportamiento que podría ser interpretado como abuso de su posición diplomática para eludir responsabilidades económicas.

A pesar de acumular deudas y enfrentarse a múltiples demandas, recientemente Hernández adquirió un carro nuevo, lo que ha levantado suspicacias sobre cómo maneja sus finanzas personales, especialmente al recibir un viático significativo de la Cancillería para cerrar su residencia en México. Estas contradicciones han alimentado un clima de desconfianza y descontento entre los colombianos en el exterior.

En conclusión, el caso de Andrés Hernández es un claro reflejo de cómo la negligencia y el abuso de poder pueden erosionar la confianza en la diplomacia. Las acusaciones de estafa, malversación de fondos y el manejo irresponsable de las obligaciones financieras no solo socavan su propia reputación, sino que también afectan la imagen de Colombia como nación. Mientras la investigación avanza y se producen más revelaciones, queda por ver cuál será el desenlace de este escándalo que pone de relieve la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en el ámbito diplomático.


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