Boric aborda crisis por acusación de violación en La Moneda.

Boric aborda crisis por acusación de violación en La Moneda.
Comparte esta noticia

Crisis en el Gobierno de Gabriel Boric tras acusaciones de abuso sexual contra un alto funcionario

El presidente de Chile, Gabriel Boric, enfrenta una crisis política creciente tras la renuncia del subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, acusado de abuso sexual y violación por un asesor a su cargo. La controversia ha expuesto debilidades en la gestión del mandatario y ha desatado una ola de críticas por su manejo de la situación.

El escándalo se desató el pasado 14 de octubre, cuando el asesor presentó una denuncia ante la Fiscalía por hechos ocurridos el 22 de septiembre en un hotel en Santiago. En una intervención improvisada que duró 53 minutos, Boric se defendió y admitió haber tenido conocimiento de la denuncia desde el martes previo a la renuncia de Monsalve. Sin embargo, su intento de proyectar transparencia resultó contraproducente, generando mayor desconfianza sobre su liderazgo y el manejo de la situación por parte del Gobierno.

Durante su declaración, Boric reveló que Monsalve le había comunicado que había revisado las grabaciones de seguridad del hotel antes de renunciar. Aunque el presidente intentó aclarar que desconocía el contexto de esa revisión, su afirmación ha llevado a algunos opositores a exigir su testimonio ante la Fiscalía por presunta "omisión de informar", insinuando la posibilidad de obstructora de justicia. Esta petición provino de diversas agrupaciones de la oposición, incluidas fuerzas como la Unión Demócrata Independiente (UDI) y el Partido Republicano.

La presión sobre Boric ha aumentado debido a la incapacidad de su gobierno para actuar de manera rápida y decidida. A pesar de su compromiso con una administración feminista, las críticas se han multiplicado al permitir que Monsalve se mantuviera en su puesto hasta dos días después de conocer la denuncia. Algunos llegaron a cuestionar su presencia en discusiones cruciales del presupuesto del país, todo mientras se enfrentaba a acusaciones tan serias.

Boric manifestó que su conocimiento sobre el caso era limitado y reafirmó su ignorancia sobre posibles alteraciones de pruebas o interferencias en la investigación. Este aspecto ha llevado a llamar a Monsalve a presentarse ante las autoridades, un movimiento que se interpretó como un intento de aligerar la carga sobre el Ejecutivo, pero que también planteó interrogantes sobre la imparcialidad del procedimiento y las medidas de protección a la supuesta víctima.

Apenas cuatro horas tras la intervención de Boric, la portavoz del Gobierno, Camila Vallejo, realizó una conferencia de prensa donde defendió al presidente de las acusaciones de los opositores. Vallejo enfatizó que las críticas y sospechas en torno a la omisión de información eran infundadas, calificándolas como ataques inexplicables en un momento tan delicado para el Gobierno chileno.

La crisis actual ha sido calificada por politólogos como una de las más serias que ha enfrentado un presidente desde el retorno a la democracia en 1990. Octavio Avendaño, académico en la Universidad de Chile, sostiene que la forma en que Boric manejó la comunicación sobre el caso ha suscitado más preguntas que respuestas y criticó la lentitud del Gobierno en actuar una vez que se presentó la denuncia. Observadores políticos advierten que este escándalo podría tener repercusiones graves en las próximas elecciones municipales.

La gestión torcida del Gobierno de Boric ha puesto en el centro del debate la capacidad del presidente para manejar crisis. A medida que emergen más datos sobre la situación, la percepción pública de su liderazgo se resiente. La controversia ha reavivado las comparaciones con otros eventos pasados, como la destitución de Christian Larraín en mayo de 2023, quien fue removido al conocerse una denuncia por acoso sexual en su contra.

En un contexto donde el oficialismo parecía ganar terreno ante la oposición en las elecciones municipales, lo que parecía ser rentabilidad política se ha convertido en una fuente de inestabilidad. Los especialistas advierten que el impacto puede llegar a ser significativo en futuras decisiones gubernamentales, y algunos analistas sugieren que podrían ser necesarias nuevas salidas de funcionarios en el corto plazo.

La crisis por el caso Monsalve es un desafío inminente para Boric, quien se había comprometido a gobernar con una agenda inclusiva y feminista. Las próximas decisiones que tome el presidente y su equipo en torno a este escándalo no solo definirán su administración, sino que también marcarán el futuro político del país en un contexto electoral volátil. La presión social y política se intensifica mientras la Fiscalía continúa su investigación, dejando a la Administración Boric en un delicado equilibrio entre la justicia y la percepción pública.


Comparte esta noticia

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *