Caída de acciones de lujo en Europa por debilidad china.
La Moda de Lujo Enfrenta Desafíos en un Mercado Cambiante
El mercado de la moda de lujo, una vez próspero, está experimentando una significativa desaceleración, especialmente en su principal mercado: China. Este cambio de tendencia tiene profundas implicaciones para las marcas europeas que dominan este sector.
China, que representa un asombroso 33% del consumo global de artículos de lujo, según UBS, ha visto una disminución en el gasto de los consumidores. El analista Stefan-Guenter Bauknecht de DWS señala que este descenso ha comenzado después de una breve recuperación en los primeros meses de 2023. Una combinación de una crisis inmobiliaria y condiciones macroeconómicas difíciles en el país han llevado a un estancamiento del crecimiento. Las previsiones sugieren que la economía china crecerá por debajo del 5% este año, lo que implica un entorno adverso para los sectores de lujo y moda.
Desde hace tiempo, las marcas de lujo han lidiado con diversos obstáculos. Una legislación instaurada en 2021 limitó los movimientos de los influenciadores en China, cruciales para las estrategias de marketing de estas firmas. Adicionalmente, se anticipa una reforma tributaria que podría aumentar los precios de estos productos premium a partir de 2025. La inquietud en torno a potenciales tensiones comerciales entre Estados Unidos y China añade una capa de incertidumbre al panorama. Así, Bauknecht estima que la recuperación del sector no ocurrirá antes del segundo semestre del próximo año, cuando se prevé un modesto crecimiento del 6% para 2025.
La situación en centros comerciales emblemáticos también ilustra la magnitud de este enfriamiento. Por ejemplo, el 1881 Heritage en Hong Kong, que alguna vez fue un punto neurálgico para las compras de lujo, presenta un panorama desolador: solo tres de sus 30 tiendas están ocupadas en la actualidad. En contraste, el S&P Global Luxury Index, que agrupa a las 80 principales empresas del sector, muestra un descenso del 9% en su valor este año, una caída notable tras el impresionante aumento del 131% registrado en 2021.
El impacto de esta crisis se refleja en las cifras de compañías clave. Kering, propietaria de marcas como Gucci, ha visto caer su valor en casi un 44% en el último año. LVMH, que solía ser la compañía más valiosa de Europa, ahora ocupa el décimo lugar en el Euro Stoxx 600, registrando una pérdida del 19% de su cotización. El caso más alarmante es el de Burberry, que perdió un 70% de su valor, resultando en su salida del prestigioso FTSE 100 después de más de 15 años de presencia en este índice.
Aunque la situación parece desalentadora, hay un brillo de esperanza. Según Nueno, los líderes de la moda de lujo están tomando medidas proactivas para adaptarse a los cambios del mercado. Algunas de estas estrategias incluyen la apertura de nuevas tiendas en China y el enfoque en captar la atención de la joven generación Z en el mercado. Este segmento, así como los clientes más adinerados, podría ser crucial para revitalizar el sector, dado que el 5% de los consumidores más exclusivos representa el 40% de los ingresos totales.
En Estados Unidos, que representa el 23% de los ingresos del sector, las familias con ingresos anuales inferiores a 50,000 dólares son un componente fundamental del mercado. Sin embargo, el entorno económico desafiante ha llevado a este grupo a reducir su gasto. Por lo tanto, las compras de bienes duraderos, como relojes de lujo, se convierten en decisiones más meditadas, afectando el comportamiento de compra general en la industria.
Los analistas coinciden en que el camino hacia la recuperación será largo. Morgan Stanley y Jefferies han ajustado a la baja sus previsiones de beneficios para las grandes marcas del sector, temiendo un impacto negativo de la desaceleración en China. La resiliencia de los gigantes como Dior, Louis Vuitton y Hermès será clave para la recuperación en el largo plazo, pero las marcas más pequeñas podrían enfrentar serios desafíos en este entorno incierto.
Con una perspectiva que sugiere que la recuperación podría comenzar a vislumbrarse en 2025, la industria de la moda de lujo deberá innovar y adaptarse con rapidez a las nuevas realidades del mercado. Aunque el mundo post-COVID trajo consigo un momento de bonanza, la burbuja parece haber estallado, dejando a las marcas en una encrucijada crucial. La forma en que respondan a estos desafíos determinará su futuro en un mercado cambiante y cada vez más competitivo.
