Hospital Nacional de Itauguá: urgencia por una nueva UTI Neonatal necesaria ya.
El Hospital Nacional de Itauguá enfrenta graves problemas de infraestructura y deterioro, lo que ha generado preocupación entre padres y personal médico. El Ministerio de Salud ha prometido una inversión de 3 millones de dólares para mejorar las instalaciones.
Las denuncias de condiciones insalubres en este centro médico han aumentado. Según los trabajadores de la salud y familiares de los pacientes, el hospital se encuentra en un estado alarmante, con presencia de cucarachas, ratas y hacinamiento en las áreas donde los familiares duermen y comen. La situación ha alcanzado un punto crítico, lo que ha llevado a la comunidad a alzar la voz pidiendo soluciones urgentes.
El doctor Jesús Irrazábal, jefe de Urgencias Pediátricas del Hospital Nacional de Itauguá, destacó que lo más urgente es la finalización de las obras de Terapia Neonatal, que llevan un año y medio paradas. «Principalmente hay que responder a la demanda en salud que tenemos actualmente, responder a la ciudadanía, a nuestros pacientes», afirmó Irrazábal en una reciente entrevista. La sala de terapia intensiva neonatal cuenta con 27 camas, y su culminación garantizaría estándares internacionales en el cuidado de los más pequeños.
Desde que comenzaron las labores de refacción en Terapia Neonatal, la comunidad ha visto numerosas promesas de mejoras que, sin embargo, no se han materializado. Irrazábal expresó su incredulidad ante las promesas del Ministerio de Salud, afirmando que no se puede confiar en soluciones inmediatas cuando las obras han estado estancadas por tanto tiempo. «No es que quiera creer de la noche a la mañana», agregó, enfatizando la necesidad de acciones concretas.
El descontento general en el hospital se siente en el ambiente; padres y personal de salud han manifestado su preocupación por las condiciones en que se atiende a los pacientes. La falta de espacios limpios y adecuados para la atención ha llevado a un llamado urgente a las autoridades para que prioricen la salud pública y realicen las mejoras prometidas.
Recientemente, los habitantes del hospital notaron la visita de una empresa especializada en el control de plagas, lo que generó cierta expectativa entre el personal y los familiares. Sin embargo, muchos aún mantienen reservas sobre el impacto real que estas acciones tendrán en la mejora de condiciones dentro del hospital, dado el estado general de abandono que se ha vivido en los últimos años.
La inversión anunciada por el Ministerio de Salud de 3 millones de dólares se presenta como una oportunidad para revertir esta situación. Sin embargo, la comunidad médico-paciente cuestiona la efectividad de la gestión actual y demanda un compromiso real para garantizar la salud y bienestar de todos los que dependen del hospital. La situación en el Hospital Nacional de Itauguá no es un caso aislado, sino parte de un problema más amplio que afecta a muchos centros de salud en el país.
A medida que se desarrollan los acontecimientos, la atención se centra en la necesidad imperiosa de respuestas por parte de las autoridades. La problemática de infraestructura hospitalaria y las condiciones insalubres no solo afectan a los pacientes y sus familias, sino que además comprometen la labor del personal sanitario, que se esfuerza diariamente por brindar atención de calidad a pesar de las adversidades.
Es fundamental que el Ministerio de Salud no solo se comprometa a la inversión económica, sino que también establezca un plan de acción claro y transparente, donde se prioricen las áreas más críticas y se rinda cuentas sobre el avance de cada obra. La esperanza es que, con la inyección de recursos y la voluntad política necesaria, el Hospital Nacional de Itauguá logre convertirse en un espacio seguro y digno para todos sus usuarios.