Huracán ‘John’ se intensifica a categoría 3, afectará Oaxaca y Guerrero.
El huracán John avanza con fuerza hacia las costas de México y amenaza con causar graves estragos en Oaxaca y Guerrero. Se espera que toque tierra en la noche del lunes.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha confirmado que John es actualmente un huracán de categoría 2 en la escala Saffir-Simpson. Las proyecciones indican que, al llegar al Pacífico mexicano, alcanzará la categoría 3. El impacto se espera entre las 20:00 y las 23:00 horas, afectando a áreas cercanas a Punta Maldonado, un pequeño pueblo en Guerrero, y a localidades de la región costera de Oaxaca. A medida que se intensifica, este fenómeno natural podría poner en riesgo a miles de habitantes de esta franja ya vulnerable.
Las autoridades han emitido alertas sobre el potencial de lluvias extraordinarias en Oaxaca y Guerrero, con previsiones de más de 250 milímetros. Los estados vecinos, como Chiapas, también enfrentarán condiciones meteorológicas adversas, con lluvias torrenciales que podrían alcanzar entre 150 y 250 milímetros. Las intensas bandas nubosas que acompañan a John impulsarán el riesgo de precipitaciones severas en gran parte del país, alcanzando incluso la región del Valle de México.
El huracán se formó rápidamente, pasando de tormenta tropical a huracán mayor en un corto período, lo que ha encendido las alarmas en la comunidad. Según el Centro Nacional de Huracanes de EE. UU., John podría seguir fortaleciéndose antes de tocar tierra, lo que plantea una amenaza directa a los estados del sur de México. Esta situación es especialmente preocupante dado el reciente recuerdo del huracán Otis, que devastó Acapulco en octubre de 2023 y dejó un saldo desastroso con más de 15 mil millones de dólares en daños materiales.
Ante la inminente llegada de John, el gobernador de Guerrero ha decidido suspender las clases en todas las instituciones educativas de Acapulco y la Costa Chica, así como en varias localidades de Oaxaca. Esta medida busca garantizar la seguridad de los estudiantes en medio de un evento meteorológico que promete ser destructivo, recordando a la población la importancia de mantener precauciones estrictas y seguir las indicaciones oficiales que se emitan en las próximas horas.
El impacto de John también se extiende más allá de las costas, afectando directamente a la infraestructura y servicios básicos. Con rachas de viento que podrían alcanzar hasta 180 kilómetros por hora y un oleaje de seis a siete metros, Guerrero y Oaxaca se encuentran en máxima alerta. Las autoridades han establecido «zonas de prevención» desde Acapulco hasta Bahías de Huatulco, advirtiendo sobre los riesgos de inundaciones y deslaves. La población ha sido instada a prepararse ante la posibilidad de evacuaciones y a mantenerse informada sobre la situación.
En las últimas horas, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha desplegado un plan de acción para garantizar la continuidad de los servicios esenciales a medida que el huracán se acerca. Más de 1,300 trabajadores han sido movilizados junto a equipos especializados para hacer frente a posibles emergencias. Este esfuerzo busca minimizar el impacto del huracán en la red eléctrica y asegurar que la infraestructura básica continúe funcionando durante y después del evento.
Las autoridades mexicanas recalcan la importancia de la preparación colectiva ante estos fenómenos naturales. La población debe estar atenta a los pronósticos meteorológicos y seguir las indicaciones de protección civil. Los efectos de John se sentirán en gran parte del país, y la coordinación y respuesta efectiva de las instituciones puede ser crucial para mitigar el impacto de este potente ciclón en la vida y bienes de los ciudadanos.
Con el avance del huracán John, la comunidad internacional observa con preocupación la situación en México, recordando la capacidad de estos fenómenos para desatar devastación. La resiliencia y la preparación se vuelven esenciales frente a este tipo de desastres naturales, y la respuesta efectiva de las autoridades será fundamental para proteger a las poblaciones vulnerables en su trayecto. A medida que las horas avanzan, todos esperan que la magnitud de la tormenta no cause daños irreparables en las regiones ya golpeadas por el tiempo.
Un evento que, aunque es parte del ciclo natural de la vida en la región, reafirma la urgencia de medidas de prevención y recuperación más efectivas ante el cambio climático. La comunidad se mantiene alerta, mientras todos los esfuerzos se concentran en hacer frente a esta nueva amenaza meteorológica.