Inicia la demolición de discoteca en Murcia tras tragedia.
El proceso de demolición de las discotecas afectadas por un trágico incendio en Murcia ha comenzado a tan solo una semana del primer aniversario de la tragedia.
El lunes, se dio inicio a las labores de derribo en la nave industrial donde se encontraban el local Teatre y la Fonda Milagros. La acción fue autorizada por el Juzgado de Instrucción Número 3 de Murcia, que investiga las circunstancias del fatal suceso ocurrido el 1 de octubre de 2023, en el que perdieron la vida 13 personas. Según los informes judiciales, el fuego se originó en el Teatre, mientras que en la Fonda Milagros, frecuentada predominantemente por latinoamericanos, se registraron todas las víctimas fatales. Las tareas de demolición se extenderán por aproximadamente una semana, con un equipo de cinco operarios trabajando en el lugar.
Pese a que la autorización para iniciar el derribo se había otorgado un mes y medio tras el incendio, las labores habían sido paralizadas debido a un reclamo de los abogados de las familias de las víctimas. Estos solicitaron permiso para acceder al lugar y realizar informes con sus expertos, algo que no se concretó hasta junio pasado, ocho meses después del incidentes. Durante esta visita, los peritos hallaron serias deficiencias estructurales en el local, que compartía instalaciones con la Fonda Milagros y presentaba sistemas de climatización y eléctricos conjuntos, lo que aumenta las preocupaciones sobre la seguridad previa al incidente.
La responsabilidad por el incendio y sus trágicas consecuencias está bajo investigación, involucrando a varios gestores de las discotecas y otros actores del evento que se celebraba aquella noche fatídica. Entre los investigados están tres gestores del Teatre y uno de la Fonda Milagros, así como un DJ que organizó la fiesta y el propietario de una máquina de “fuego frío”, cuyo uso se considera que contribuyó a la magnitud del siniestro. Las investigaciones apuntan a esclarecer la cadena de responsabilidades que llevó a esta tragedia.
Este próximo 30 de septiembre, un día antes del primer aniversario del incendio, se espera que los familiares de las víctimas realicen una concentración frente al Ayuntamiento de Murcia. Este acto busca honrar la memoria de sus seres queridos y exigir justicia para que los responsables respondan por sus actos. La gestión y la respuesta de las autoridades han sido objeto de críticas, pues todavía persiste la sensación de que no se ha hecho lo suficiente para rendir cuentas por lo acontecido.
En el plano judicial, las familias de los afectados han solicitado que se amplíe la fase de instrucción del caso, que está próxima a caducar. Las partes interesadas de la causa esperan que la juez se pronuncie sobre las peticiones presentadas, en particular, la posibilidad de investigar a los responsables bajo cargos de homicidio doloso. Asimismo, algunos de los afectados han registrado denuncias contra concejales de Urbanismo que manejaban los expedientes de las discotecas, ya que, en el momento del incendio, existía una orden de cese de actividad que nunca fue ejecutada.
El trabajo de demolición que se realiza en el lugar afronta numerosos desafíos. Según Diego Gil, jefe de obra de la empresa encargada de los trabajos, el estado de las instalaciones, completamente destruidas por el fuego, dificulta la labor. En este sentido, la demolición no puede realizarse en etapas, desde la cubierta hacia abajo, como es habitual, sino que todo el entramado de hierro y cenizas deberá ser retirado de manera mecánica.
El trágico incendio de Murcia ha dejado una huella imborrable en la comunidad local y ha resaltado los problemas de regulación y seguridad en el ámbito del ocio nocturno. Mientras los trabajos de demolición avanzan, se mantienen las tensiones y exigencias por parte de las familias de las víctimas, que buscan justicia y garantías de que algo así no volverá a ocurrir.
Con la mirada puesta en la conmemoración del primer aniversario del incendio, el ambiente en Murcia es de reflexión y duelo. Las acciones que se han tomado hasta ahora, incluida la demolición de los locales, son vistas como un paso hacia adelante para brindar algo de cierre a las familias afectadas. Sin embargo, queda por verse cómo evolucionará la investigación judicial y si se tomarán medidas concretas para prevenir futuros incidentes en el sector del entretenimiento.