Intenso bombardeo israelí en Beirut: ¿fin del liderazgo de Nasrallah?
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, instó a los países musulmanes a unirse contra Israel, al que describió como su «enemigo común».
En un discurso durante las oraciones del viernes, que ofreció después de cuatro años, Jamenei defiende la legitimidad de los recientes ataques de Hamás y la reciente ofensiva de Irán contra asentamientos israelíes. Según él, todas las naciones tienen el derecho inalienable a defenderse de los «agresores», en este caso, del Estado judío. El mensaje reflejó un llamado a la cohesión entre los países musulmanes en medio de un clima de tensión creciente en la región.
El ayatolá enfatizó la necesidad de que las naciones musulmanas se preparen para el combate, advirtiendo que desde Afganistán hasta Yemen, y desde Irán hasta Gaza y el Líbano, deben «abrocharse el cinturón de defensa». Esta exhortación se produce en un entorno geopolítico complejo, donde las fricciones entre Israel y grupos militantes, como Hezbolá y Hamás, han escalado significativamente.
Jamenei señaló que, a pesar de los esfuerzos de Israel por debilitar a sus enemigos mediante «asesinatos y muertes de civiles», las fuerzas de resistencia en la región permanecerán fuertes. “Nunca saldrá victorioso” contra los grupos islamistas, aseguró, resaltando su percepción de que la identidad y determinación de nuestros combatientes no se verán afectadas por la violencia. Este énfasis en la resistencia revela la narrativa que busca mantener la fe y la unidad frente a lo que consideran un opresor.
Asimismo, el líder iraní alabó la acción reciente de las fuerzas armadas de su país, que lanzaron misiles balísticos hacia Israel, un acto que consideró «completamente legal y legítimo», en respuesta a lo que denominó «crímenes increíbles» perpetrados por Israel. Jamenei no se mostró alarmado ante la posibilidad de una represalia israelí, afirmando que Irán actuará según lo que considere necesario, sin apresurarse ni retrasarse ante la provocación.
En este contexto, Estados Unidos fue objeto de sus críticas, caracterizándolo como un «perro rabioso» al servicio de Israel, lo que ilustra la tensión en las relaciones entre Teherán y Washington. La implicación de que las acciones de Irán cuentan con una justificación moral resuena con su base de apoyo, tanto en el país como en la región, donde muchos ven a Irán como un bastión de resistencia.
Esa retórica ha sido habitual en la política iraní, pero el hecho de que se formule en un momento de creciente inestabilidad provoca preocupación en la comunidad internacional. Expertos sugieren que el discurso de Jamenei puede ser tanto un intento de galvanizar el apoyo interno como una forma de proyectar poder en la esfera regional. A medida que los conflictos en Gaza y la frontera israelí se intensifican, las palabras de Jamenei añaden otra capa de complejidad a la situación.
La comunidad internacional observa con atención y alarma la escalada de tensiones en el Medio Oriente. Las potencias occidentales, especialmente Estados Unidos e Israel, están en alerta máxima ante la posibilidad de un mayor conflicto regional que podría desestabilizar aún más la frágil paz de la zona. Las palabras del líder supremo iraní han renovado los temores sobre un posible enfrentamiento a gran escala, haciendo que analistas y diplomáticos se pregunten cuáles serán los próximos pasos de las naciones involucradas en este complejo mosaico de alianzas y rivalidades.