Israel amplía su invasión en el sur del Líbano.
Intensificación del Conflicto Israel-Hezbolá: La Situación en el Líbano se Agrava
El conflicto entre Israel y Hezbolá ha escalado en las últimas horas, generando un panorama cada vez más crítico en el sur del Líbano. El ejército israelí ha ampliado sus operaciones, mientras que Hezbolá reitera su capacidad de respuesta.
El ejército israelí ha advertido a los escasos libaneses que se encuentran en las costas del suroeste del país, instándolos a alejarse de la zona debido a acciones navales inminentes. Este anuncio precedió al inicio de una incursión terrestre "limitada y focalizada" en la región, donde Israel ha desplegado una nueva división de reservistas, elevando la cifra de soldados a aproximadamente 7,000. Esta incursión marca una expansión de las ofensivas israelíes, que han estado concentradas en el sureste del país y han incluido intensos bombardeos aéreos que han dejado un saldo significativo de bajas.
En un video dirigido al pueblo libanés, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó haber debilitado considerablemente a Hezbolá. Aseguró haber eliminado a miles de combatientes enemigos, entre ellos a Hashem Safieddine, quien era visto como el sucesor potencial de Hasan Nasrallah, el líder de la milicia. Netanyahu instó a los libaneses a tomar acciones para desterrar a Hezbolá del poder, sugiriendo que su futuro depende de ello. Por su parte, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, añadió que Hezbolá se encuentra actualmente "sin cabeza", reflejando un desmantelamiento en las estructuras de liderazgo del grupo.
A medida que el conflicto se intensifica, Hezbolá ha declarado que ha repelido intentos de incursión israelí en la localidad fronteriza de Labbune. Naim Qasem, segundo al mando del grupo, vociferó en un discurso transmitido por el canal de televisión de Hezbolá, Al Manar, que la pérdida de su líder no ha mermado sus capacidades militares. Qasem subrayó que Hezbolá sigue lanzando entre 120 y 230 proyectiles contra territorio israelí, haciendo creer que la organización permanece operativa y fuerte a pesar de las adversidades.
Desde que comenzaron las hostilidades de este año, las consecuencias han sido devastadoras para el Líbano. Más de 2,000 personas han perdido la vida debido a bombardeos israelíes, y alrededor de 1.2 millones de ciudadanos han sido desplazados, lo que equivale aproximadamente a una quinta parte de la población del país. La creciente crisis humanitaria ha llamado la atención de organizaciones internacionales que advierten sobre la grave situación en el país.
En un despliegue de fuerza, Hezbolá lanzó la mayor ofensiva con misiles registrada en el último año, compuesto por dos oleadas de más de cien proyectiles sin que se reportaran víctimas fatales. Este ataque coincide con el aniversario del primer lanzamiento de cohetes por parte de Hezbolá en respuesta a las acciones militares israelíes en octubre del año pasado. Las autoridades israelíes han respondido al intenso fuego cruzado con un aumento de las restricciones de seguridad en áreas del norte del país, incluyendo la suspensión temporal de clases en algunas localidades.
Qasem también criticó a Netanyahu, condenando que sus acciones en el sur del Líbano son una ilusión y afirmando que el primer mandatario israelí no logrará alcanzar sus metas. En respuesta, el líder de Hezbolá se mostró desafiante, sugiriendo que el movimiento chiita tiene la intención de incrementar la presión sobre la población israelí desplazando a los colonos de la frontera.
A medida que el conflicto continúa su escalada, las aerolíneas han comenzado a establecer restricciones operativas en la región debido al aumento de la violencia. Países y compañías aéreas están reevaluando sus rutas y operaciones ante el temor de ataques y la falta de garantías de seguridad. El ministro de Transporte libanés, Ali Hamiyé, admitió la falta de "garantías firmes" por parte de Israel respecto a un posible ataque al aeropuerto de Beirut, lo que ha intensificado la incertidumbre en el aire.
En el ámbito humanitario, dos agencias de la ONU han elevado la voz de alarma. Ian Clarke, responsable de la OMS en el Líbano, ha señalado que las condiciones en los refugios para desplazados son alarmantes y podrían propiciar brotes de enfermedades. Mientras tanto, el Programa Mundial de Alimentos ha manifestado su profunda preocupación por la capacidad del Líbano para asegurar la producción de alimentos en medio de la crisis, con cultivos en estado de abandono debido a la falta de mano de obra.
El conflicto entre Israel y Hezbolá sigue siendo un tema candente en la región, cuyos efectos se sienten no solo en los frentes de batalla, sino también en la vida cotidiana de millones de libaneses. A medida que ambas partes se preparan para una prolongada confrontación, la comunidad internacional observa con creciente inquietud.