Israel intensifica ofensiva en Líbano, causando más de 100 muertos.
Israel Intensifica Bombardeos en Líbano, Registrando Más de 100 Muertos en Un Solo Día
Una escalada sin precedentes de bombardeos israelíes en Líbano ha resultado en la muerte de más de 100 personas en un solo día, elevando las tensiones en la región. Según el Ministerio de Salud Pública libanés, entre las víctimas hay un número indeterminado de niños, mujeres y personal sanitario, y aproximadamente 400 personas han resultado heridas. Este día marca la cifra más alta de muertes en Líbano desde el aumento de los enfrentamientos entre la milicia Hezbolá e Israel, desencadenados por la escalada bélica en la Franja de Gaza a partir de octubre pasado.
Los bombardeos, que han continuado con intensidad a lo largo del día, representan una respuesta militar sin precedentes por parte de Israel. Al menos 300 objetivos fueron atacados por la aviación israelí, concentrándose en el sur del Líbano, el valle de Bekaa y áreas cercanas a la frontera con Siria. El ejército israelí también ha instado a la población civil a evacuar inmediatamente las áreas donde las fuerzas de Hezbolá podrían estar ocultando armamento. Este aviso fue enviado a unos 80,000 ciudadanos a través de mensajes telefónicos en árabe, siguiendo la misma estrategia que se utilizó en Gaza.
La situación ha sido descrita por ambas partes como una "nueva fase de la guerra". Las imágenes de destrucción y caos resultantes de los ataques aéreos han impactado a la comunidad internacional, mientras que Hezbolá ha respondido lanzando cohetes hacia el noreste de Israel, aunque sin reportes de víctimas hasta el momento. Las autoridades israelíes han denominado esta acción como parte de una estrategia más amplia de guerra psicológica, instando a una mayor difusión de los mensajes que llaman a la evacuación de las localidades cercanas a los objetivos militares.
Las tensiones han ido en aumento luego de una semana de ataques en Líbano, que culminaron con el asesinato de un alto comandante de Hezbolá, Ibrahim Aqil, en un bombardeo que dejó decenas de fallecidos. Este ataque provocó una reacción contundente por parte de Hezbolá, cuyo líder, Hassan Nasrallah, prometió un "castigo justo" en respuesta a las acciones israelíes, subrayando la gravedad del desafío que representa esta ofensiva para la organización.
En medio de estos eventos, el ministro de Comunicaciones libanés, Ziad Makary, ha señalado la posibilidad de un aumento en los hackeos a plataformas y canales de comunicación, en lo que describe como parte de una estrategia psicológica de guerra. Las redes sociales se han inundado de anuncios emitidos por portavoces militares israelíes en hebreo y árabe, reiterando su llamado a los libaneses para que abandonen cualquier lugar que pueda ser considerado un objetivo militar.
La escalada actual recuerda a los días más oscuros del conflicto entre ambos países, donde vivencias similares de desalojo forzado de la población civil en Gaza han sido documentadas. La situación en la Franja de Gaza es devastadora; alrededor de 2.3 millones de personas han sido desplazadas desde el inicio de la guerra, con la mayoría de las víctimas mortales siendo mujeres y niños, a pesar de que Israel sostiene que su objetivo es erradicar a Hamás.
A nivel internacional, diversas organizaciones y gobiernos han expresado su preocupación por el deterioro de la situación humanitaria en la región. El Derecho Internacional Humanitario prohíbe la movilización forzada de la población civil, aunque Israel justifica sus ataques como parte de una campaña contra los grupos armados en zonas residenciales. Las imágenes de la violencia en Líbano y Gaza han llevado a una creciente demanda de acción internacional y un llamado urgente para abordar el conflicto.
Se espera que esta escalada de violencia tenga repercusiones de largo alcance, tanto a nivel humanitario como político. La comunidad internacional se enfrenta ahora a un desafío inmediato para mediar en un conflicto que ha cobrado miles de vidas y ha desplazado a cientos de miles de personas en ambos lados de la frontera. Mientras tanto, la fragilidad de la paz en la región continúa en juego, con un cese al fuego aún distante y los ecos de los bombardeos resonando en las comunidades afectadas.
La crisis humanitaria en Líbano y Gaza refleja el ciclo interminable de violencia y represalias que ha caracterizado a la región durante décadas. Sin embargo, el deseo de un respiro y una resolución a largo plazo aún prevalece entre muchos ciudadanos que viven en la sombra de este prolongado conflicto. La comunidad internacional observa con inquietud cómo se desarrolla esta nueva fase de hostilidades, esperando que la calidez de la diplomacia pueda eventualmente iluminar el oscuro horizonte de la guerra.