Jubilación en el sistema IPS: Un complicado escenario que impacta a los aportantes.

Jubilación en el sistema IPS: Un complicado escenario que impacta a los aportantes.
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En América Latina y el Caribe, el bajo nivel de aportes a los sistemas de pensión afecta gravemente la sostenibilidad de las jubilaciones. Paraguay, en este sentido, no es una excepción, lo que plantea serias interrogantes sobre el futuro de su sistema de seguridad social.

Recientemente, la consultora MF Economía e Inversiones ha realizado un análisis exhaustivo sobre el esquema de jubilación del Instituto de Previsión Social (IPS) en Paraguay. Este estudio destaca la alarmante situación de la caja de los trabajadores del sector privado, donde la proporción de empleados que efectúan aportes a un fondo de pensión es considerablemente baja. Este fenómeno no solo se explica por la coyuntura económica, sino también por factores estructurales en la sociedad paraguaya.

El informe menciona diversas características socioeconómicas que contribuyen a esta problemática. Primero, se destaca que el nivel educativo es un predictor importante: los trabajadores con mayor formación académica tienen más probabilidades de contribuir a un fondo de pensión que aquellos con menor educación. Esta disparidad resalta la necesidad de fortalecer el acceso a la educación en el país. En segundo lugar, el análisis aborda las diferencias de género, evidenciando que solo el 56% de las mujeres en Paraguay participa en la fuerza laboral, en contraste con el 83% de los hombres. Este marcado desbalance limita las contribuciones de un segmento poblacional significativo que podría fortalecer el sistema.

El informe de MF Economía también señala que los trabajadores que se encuentran en el quintil más alto de ingresos presentan una tasa de contribución elevada, en comparación con aquellos en rangos de ingresos bajos. Concretamente, solo entre el 20% y el 40% de los trabajadores de ingresos medios aportan a un fondo de pensiones. Esta situación resalta la tendencia a que los sectores vulnerables de la población queden desamparados en su vejez, incrementando la dependencia de la asistencia social.

En su análisis, la consultora examina diversos escenarios en el sistema de jubilación del IPS, utilizando supuestos relacionados con la edad de jubilación, los años de aportes necesarios y la rentabilidad de las inversiones. Por ejemplo, ancla la expectativa de vida a los 75 años y establece un salario mínimo de G. 2.798.309. Esta variable es crucial, pues afecta directamente los montos a recibir al momento de la jubilación, y su ajuste tiene implicancias trascendentales para la viabilidad del sistema.

Los datos revelan que un jubilado típico en Paraguay enfrenta una cobertura limitada: solo hasta los 64 años se beneficia de su aporte, lo que representa el 25,5% de lo que se paga mensualmente. Esta cobertura se reduce drásticamente a partir de los 65 años, momento en el cual el afiliado entra en un déficit que debe ser cubierto por los recursos disponibles. Esta dinámica plantea un escenario preocupante para la seguridad financiera de los jubilados a largo plazo.

Asimismo, el estudio también encara prácticas poco éticas en el proceso jubilatorio, como lo que se denomina “jubilación con trampa”. Esta estrategia se da cuando empleadores y empleados acuerdan regularizar los ingresos del trabajador en sus últimos años antes de la jubilación, multiplicando su salario para maximizar los beneficios que recibirán. Esta práctica no solo distorsiona el sistema, sino que además genera una carga insostenible sobre el fondo de pensiones.

El análisis elaborado por MF Economía e Inversiones plantea un llamado urgente a la reflexión sobre el futuro del sistema de pensiones en Paraguay. Ante la baja tasa de contribución y la evidente desigualdad, es imperativo que sean implementadas reformas profundas y efectivas que fortalezcan el sistema de jubilación y brinden un respaldo real a los trabajadores a lo largo de su vida. La discusión sobre este tema no debería limitarse a una mera crítica, sino que debe ir acompañada de propuestas concretas que promuevan la inclusión y la equidad en la protección social.

Finalmente, la realidad del sistema de pensiones en Paraguay no solo afecta a los jubilados de hoy, sino que también sendas decisiones tendrán repercusiones significativas para las futuras generaciones. Por lo tanto, es fundamental avanzar en el desarrollo de políticas públicas que prioricen la sostenibilidad del sistema de pensiones y el bienestar de la población, asegurando que todos los ciudadanos, independientemente de su nivel educativo, ingresos o género, tengan acceso a una jubilación digna. De no abordarse esta situación, el sistema de pensiones en Paraguay podría enfrentar una crisis profunda que perjudicaría a millones de mujeres y hombres en su etapa dorada, un hecho que debe ser motivo de preocupación para todos los sectores de la sociedad.


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