La familia de Félix Urbieta se pronuncia a ocho años de su secuestro.

La familia de Félix Urbieta se pronuncia a ocho años de su secuestro.
Comparte esta noticia

Hoy se cumplen ocho años del secuestro de Félix Urbieta, un suceso que dejó una profunda huella en su familia y en la comunidad de Horqueta. Su desaparición, ocurrida en su estancia «San Francisco», a tan solo 15 kilómetros del centro de la ciudad, plantea un dilema de seguridad y justicia en el país.

La familia Urbieta ha emitido un emotivo comunicado donde expresan su dolor e incertidumbre por la ausencia de Félix. «Ocho años de incertidumbre, de dolor profundo y de una ausencia que se siente cada día más», indican, enfatizando la lucha constante que han enfrentado desde el día en que recibieron la devastadora noticia. Ellos aseguran que este tiempo de espera ha sido una prueba de amor y esperanza inquebrantable, pero también de un sufrimiento desgarrador.

El secuestro de Félix Urbieta no es un caso aislado; refleja un problema mayor relacionado con la seguridad en el país. En el comunicado, la familia no solo llama la atención sobre su situación, sino que también menciona a otros secuestrados, como Edelio y Óscar, quienes han sido silenciados y olvidados por las autoridades. «No es solo una cuestión de recordar, sino de exigir que las autoridades hagan lo que les corresponde», demandan con firmeza.

A lo largo de estos años, han exigido justicia y respuestas del gobierno, señalando que la situación de los secuestrados debería recibir el tratamiento prioritario que merece. “Pedimos verdad, pedimos justicia, pedimos respuestas. No podemos descansar mientras nuestro padre siga secuestrado”, expresan en una clara demanda por acción.

Este dolor persistente se transforma en un motor para la familia, impulsándolos a seguir adelante y no rendirse. «El dolor de su ausencia sigue siendo una herida abierta, pero también es un motor que nos impulsa a seguir adelante”, subrayan en su mensaje. Esta frase resalta la dualidad del sufrimiento: un dolor que consume, pero que también alimenta la tenacidad de quienes luchan por la verdad.

De hecho, la familia Urbieta ha tomado una postura activa en la exigencia de justicia. Con la firme determinación de no bajar los brazos, han expresado la necesidad de un mayor compromiso por parte del gobierno en la lucha contra los secuestros. “Hoy, 8 años después, seguimos de pie, más firmes que nunca”, indican, reafirmando su promesa de seguir buscando a Félix y a los demás secuestrados.

La exigencia de recursos por parte de las autoridades también ocupa un lugar destacado en sus reclamos. La familia enfatiza que no se trata solo de aumentar la paga a informantes, sino de dotar a las fuerzas de seguridad con la tecnología y los elementos necesarios para cumplir con su misión de forma efectiva. Su llamado es claro: “Es momento de actuar y de hacer lo que se prometió”.

Finalmente, este aniversario marca no solo un recordatorio del dolor de la pérdida, sino también una reafirmación del compromiso de la familia Urbieta y de muchas otras que han sufrido en silencio. En un país donde el secuestro y la inseguridad persisten, su voz se erige como un poderoso recordatorio de que la lucha por justicia sigue en pie y no debe ser ignorada. La memoria de Félix y de otros como él resistirá ante la indiferencia y el olvido, convirtiéndose en un baluarte de esperanza para todos aquellos que claman por justicia en el país.


Comparte esta noticia

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *