Maduro ordena a militares venezolanos escoltar petroleros
Según los informes, el ejército de Venezuela ha comenzado a escoltar a los petroleros desde la región oriental del país en ruta hacia el continente. publicado en un periódico americano Los New York Times. La decisión del gobierno de Nicolás Maduro se produce un día después del anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de prohibir todos los buques de carga que tengan permitido comerciar con Venezuela.
La amenaza es uno de los ataques de Trump al gobierno de Maduro, a quien acusa de terrorista, del Cártel de los Soles y de tener vínculos con la banda del Tren Aragua.
El NYT informó que los primeros barcos escoltados transportaban petróleo producido en el puerto de José, y estaban en camino para ser entregado a los mercados asiáticos. Se trata de buques que no están en la lista oficial de Washington.
Esta nueva fase del bloqueo y las tensiones marítimas comenzó hace casi una semana, cuando las fuerzas especiales de Estados Unidos desplegadas en el Mar Caribe atacaron e interceptaron un petrolero venezolano que estaba permitido, «uno grande, muy grande», como lo describió el presidente Trump. La operación militar provocó feroces protestas del gobierno venezolano y continúa aumentando las tensiones militares y diplomáticas entre los dos países. «Nos quitaron nuestras libertades. Teníamos mucho petróleo allí. Nos quitaron nuestras empresas y las queremos recuperar», dijo Trump el miércoles.
Los funcionarios estadounidenses están al tanto de la decisión tomada en Caracas, según información del NYT, y estudian otras formas de responder. Washington parece decidido a seguir incautando petroleros sospechosos.
Mientras tanto, la decisión de Petróleos de Venezuela (PDVSA) de continuar enviando el crudo del país parece ser contundente. Este miércoles hubo advertencias sobre los problemas económicos del país, especialmente por los problemas anunciados por Trump sobre la economía nacional, el precio del dinero, los precios de los alimentos y los bolsillos de las familias venezolanas.
Estados Unidos ha impuesto sanciones petroleras a Venezuela desde 2019, acusando al gobierno de Nicolás Maduro de manipular las elecciones de 2018, violar los derechos humanos y violar los fundamentos de la democracia. Desde entonces, Petróleos de Venezuela ha tenido muchos problemas para encontrar equipos de reemplazo, conseguir contratos, procesar o vender su petróleo sin intermediarios ni grandes descuentos.
El peligroso régimen chavista en PDVSA y las dificultades para poner crudo en el mercado debido a las sanciones -entre otras cosas- provocaron una fuerte caída de la producción nacional de petróleo: de tres millones de barriles diarios a 500.000 en 2020.
Desde entonces, el Gobierno de Maduro ha ido construyendo una nueva red de proveedores, ingenieros y aliados en el mundo del poder de países amigos, como Irán, Rusia o Turquía, para poder participar en los urgentes trabajos de reparación. Durante varios años, el país vendió su petróleo de forma muy opaca: en barcos con banderas de otros países, el intercambio se realizaba en alta mar tras la difícil triangulación del destino. Además, lo hizo con un enorme descuento.
El gobierno democrático del señor Joe Biden dio el permiso necesario al chavismo según los acuerdos de Barbados, según el sistema de elecciones limpias y confiables. Desde entonces, Washington ha emitido una serie de permisos especiales que han permitido a otras empresas internacionales utilizar el petróleo venezolano. El principal beneficiario fue Chevron. PDVSA, mientras tanto, provocó turbulencias internas y restableció su producción. Actualmente, Venezuela produce alrededor de un millón de barriles de petróleo por día.
El fracaso de los acuerdos de Barbados y la crisis política que se produjo tras las disputadas elecciones de 2024 -donde Maduro volvió a ganar las elecciones en medio de muchos casos de fraude y represión sin precedentes- parecen haber sido la gota que colmó el vaso para la Casa Blanca.
Desde entonces –y estando en medio de Marco Rubio y la influencia de María Corina Machado– Venezuela y el chavismo entraron de lleno en las negociaciones de Trump.