Miles de migrantes llegan a Chiapas en busca de asilo.
Crisis Migratoria en México: La Larga Ruta de los Venezolanos Hacia el Norte
Yessica, una venezolana de 34 años, ha emprendido un arduo viaje de más de 3,000 millas desde su país en busca de un futuro mejor para su familia. Desde que salió de Venezuela hace un año, su ruta ha sido una serie de obstáculos y peligros que han marcado su travesía hacia Estados Unidos.
Yessica viaja acompañada de su esposo, sus tres hijos, su madre y su hermano. En un refugio de Tapachula, Chiapas, comparte que han cruzado múltiples países, incluyendo Colombia y Guatemala. A pesar de tener esperanzas de alcanzar la seguridad y la estabilidad, el camino ha estado plagado de adversidades, como el secuestro que sufrió en México, donde su familia tuvo que pagar al crimen organizado para poder continuar con su viaje. "Lo más duro ha sido cruzar México", confiesa Yessica, quien se enfrenta a la incertidumbre al esperar que las autoridades estadounidenses le concedan una cita para solicitar asilo.
La crisis migratoria en la región se ha intensificado. La implementación de la aplicación CBP One, facilitada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU., ha permitido que los migrantes realicen trámites desde el lado mexicano de la frontera. Esto ha resultado en un aumento significativo de cruces irregulares, que ya alcanzan las 828,000 entradas en lo que va de 2024, superando las cifras del año anterior. La creciente violencia, la pobreza y el cambio climático son catalizadores que empujan a miles a abandonar sus países, con al menos 97,000 niños entre los migrantes hasta el momento.
Las autoridades y grupos humanitarios han advertido sobre el creciente número de personas que llegan a Tapachula y otras ciudades de Chiapas. Pese a que las caravanas masivas del pasado han dado paso a un flujo continuo de individuos y familias, el goteo de migrantes no se detiene. El padre César Cañaveral, que opera en un refugio local, subraya la esperanza que tienen muchos migrantes con el nuevo sistema. "El número de personas ha aumentado en más del 100%", asegura el sacerdote, reflejando la deslumbrante cantidad de personas que buscan oportunidades para una vida mejor.
En el corazón de Tapachula, rostros de diversos orígenes nacionales son cada vez más visibles. Javier, un venezolano que llegó hace dos semanas después de ser deportado de Chile, se esfuerza por sobrevivir vendiendo café en la ciudad. Con la vida en Tapachula siendo notablemente costosa, se enfrenta al desafío cotidiano de ganar dinero suficiente para mantener a su familia mientras aguarda respuestas sobre su futuro migratorio.
Sin embargo, el camino hacia el norte no está exento de peligros. La violencia de los cárteles y las bandas de delincuentes, junto a la creciente indiferencia de las autoridades, han exacerbado la situación. Recientemente, se reportó la muerte de seis migrantes a manos del ejército mexicano en un filtro de seguridad, evidenciando la crisis de seguridad que afecta no solo a los migrantes, sino también a la población local. El padre Cañaveral califica a los inmigrantes como “los más pobres entre los pobres”, instando a que no se les permita sufrir abusos y muertes.
La llegada a México no garantiza tranquilidad. Yolimar, otra venezolana que viaja con sus cuatro hijos, comparte su experiencia desgarradora tras cruzar el Tapón del Darién. Su familia se vio obligada a pasar por el infierno de este estrecho paso entre Colombia y Panamá, donde enfrentaron la muerte y el robo. Al llegar a Chiapas, se entregó a las autoridades con la esperanza de obtener un permiso que le permita continuar su viaje hacia Chicago, donde vive su esposo. Sin embargo, su situación se complica aún más por la falta de recursos.
Con la creciente llegada de migrantes, los albergues en la región colapsan. El Albergue de Migrantes Belén, que tiene una capacidad para 150 personas, se encuentra al borde del colapso con 270 albergados. Todo esto ocurría mientras las autoridades migratorias trabajan para gestionar el flujo. Los esfuerzos han sido insuficientes ante el notable aumento de personas que buscan refugio, lo que ha llevado a muchos a optar por quedarse en México y solicitar asilo.
A pesar de los intentos de las autoridades para manejar la situación, la falta de información adecuada y la desconfianza generalizada entre los migrantes sobre los procedimientos migratorios generan confusión. La implementación de la aplicación CBP One ha llevado a una mayor entrada de personas, pero sigue dejando a muchos en un laberinto migratorio. Los riesgos asociados al viaje, sumados a un futuro incierto, hacen de la experiencia migratoria una travesía llena de sufrimiento y esperanza a partes iguales. La persistencia de los migrantes es un testimonio del deseo de encontrar un futuro mejor, a pesar de los obstáculos que enfrentan.