Ocho personas murieron en un ataque a una mezquita alauí en Siria durante la principal oración semanal | Estados
Ocho personas murieron y 18 resultaron heridas el viernes en un ataque a una mezquita alauita en la ciudad siria de Homs durante la principal oración semanal. Lo dijo brevemente en su canal Telegraph Saraya Ansar al Sunna, un grupo sunita nacido a principios de este año que quiere establecer un Estado islámico sin pequeñas áreas. El ataque se produce al inicio del segundo año de la revolución siria -tras la caída del régimen de Bashar al-Assad-, con actividades terroristas por parte de ISIS y conflictos entre diferentes tribus y grupos religiosos.
La explosión ocurrió el viernes durante las oraciones del viernes por la tarde, con la mezquita llena de fieles. Las fuerzas de seguridad del gobierno han colocado una valla de seguridad alrededor de la mezquita para recoger pruebas. 18 heridos, muchos de ellos de gravedad, se encuentran en el hospital.
El portavoz de la provincia de Homs sitúa el origen de los artefactos explosivos. Al parecer, estaba escondido en un rincón de la sala de oración, debido al pequeño agujero que se puede ver en las imágenes difundidas. En este lúgubre grito se escucha y se ve a los heridos siendo transportados en camillas.
Esta mezquita lleva el nombre del Imam Ali bin Abi Talib. Los alauitas, que profesan el islam chií, ven en él la manifestación de la divinidad y el sucesor legítimo de Mahoma, en un conflicto que dividió en dos la religión islámica poco después de su nacimiento. Los alauitas son una minoría amada desde hace muchos años y pertenecen a la familia Assad, que gobernó Siria con mano de hierro durante medio siglo hasta el rayo que derrotó a su hijo, Bashar (que huyó a Moscú), y puso fin a casi 14 años de guerra.
El Consejo Islámico Supremo Alauita, una organización que representa a los alauitas en el país y en el extranjero, atribuyó el ataque a las matanzas en masa, las deportaciones forzadas, los arrestos y la coerción de las autoridades.

El Ministerio del Interior los ha calificado de «ataques terroristas». Arabia Saudita, Líbano y Qatar también se opusieron a la medida.
Saraya Ansar al Sunna no pertenece al ISIS, pero comparte sus objetivos y se opone al gobierno de Ahmed El Sharaa por no imponer la ley islámica en Siria. El grupo extremista dijo que ya había perpetrado un ataque suicida en una iglesia de Damasco en junio que mató a 20 personas y conmocionó a la comunidad cristiana.
ISIS ha ido incrementando sus ataques en el país desde la caída de Assad. El día 13, uno de sus simpatizantes -que se unió a las fuerzas de seguridad- mató a tres estadounidenses que estaban con el ejército sirio. Fue el mayor ataque contra militares estadounidenses en el país desde 2019, y el presidente, Donald Trump, ordenó bombardear a los grupos terroristas en represalia.