ONU advierte: El Líbano no debe convertirse en Gaza
En un sombrío llamado a la acción, el secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió sobre la creciente ola de impunidad que amenaza la estabilidad internacional, destacando la situación crítica en Líbano.
Durante su intervención en el debate de la Asamblea General de la ONU, Guterres expresó su profundo descontento ante el hecho de que numerosos gobiernos parecen haberse otorgado carta blanca para actuar sin rendir cuentas. Citó la invasión de Ucrania, los conflictos en Gaza y la crisis en Sudán como ejemplos de una tendencia alarmante: el desprecio por el derecho internacional y la violación de la Carta de la ONU. “Estamos ante un nivel de impunidad que es moralmente intolerable”, declaró ante líderes mundiales reunidos en Nueva York.
El jefe de la ONU no escatimó en advertencias sobre la situación en Líbano. Al afirmar que el país está “al borde del abismo”, Guterres enfatizó que ni el pueblo libanés ni la comunidad internacional pueden permitir que Líbano se convierta en otra Gaza. Su discurso resonó con un sentido de urgencia, añadiendo que “los civiles están pagando el precio” de crisis políticas y sociales que dejan a su paso un número creciente de víctimas y comunidades devastadas.
En su discurso, Guterres subrayó la necesidad de avanzar hacia una paz justa, que respete la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional. Afirmó que la comunidad internacional debe unirse para abordar las crisis actuales y hacer frente a las injusticias estructurales que proliferan en diferentes regiones del mundo. La paz, según Guterres, no es solo una aspiración, sino una necesidad urgente en tiempos de creciente inestabilidad global.
El secretario general también se refirió a la brutal lucha de poder en Sudán entre el ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido, un conflicto que ha llevado al país a una crisis humanitaria sin precedentes. La hambruna se extiende y los civiles sufren las consecuencias mientras las potencias externas continúan interfiriendo sin un enfoque unificado. Guterres describió esta situación como un ejemplo de cómo la falta de cooperación internacional en la búsqueda de soluciones contribuye a la inestabilidad global.
Guterres pintó un panorama sombrío del estado del mundo, que describió como insostenible, pero también mencionó que estos desafíos son solucionables si se toman las decisiones correctas. La creciente polarización geopolítica, el calentamiento global y el aumento de conflictos armados presentan un escenario complejo, que, según el jefe de la ONU, requiere una respuesta urgente y coordinada de la comunidad internacional.
Entre sus preocupaciones, Guterres destacó el peligro representado por la modernización de arsenales nucleares y el surgimiento de nuevas armas, que generan una “sombra oscura” sobre el futuro de la humanidad. Su advertencia se dirige a la necesidad de no solo prevenir el desarme, sino también de trabajar activamente en la reducción de tensiones entre naciones armadas.
El mensaje de Guterres se alinea con un creciente clamor por un cambio en la forma en que las naciones abordan la resolución de conflictos y el respeto por los derechos humanos. Su llamado a la paz y a la unidad es un recordatorio de que los desafíos actuales requieren más que palabras; requieren acción decisiva y colaboración entre todas las partes involucradas.
Ante este escenario, diversos líderes mundiales han recibido con atención las palabras del secretario general, quienes deben considerar cómo sus decisiones y políticas pueden influir en la estabilidad o inestabilidad global. El futuro de Líbano, Sudán y otros puntos críticos del mundo depende de la disposición de los gobiernos a adoptar un enfoque más humano y pacífico en sus relaciones exteriores.