PGN 2025: ¿Cuánto proyecta invertir Paraguay en la niñez vulnerable?
El Ministerio de la Niñez y de la Adolescencia (MINA) presentó su plan de presupuesto para 2025 ante la Comisión Bicameral de Presupuesto del Congreso, buscando recursos para niños en situación de vulnerabilidad.
La propuesta del MINA asciende a 127.030 millones de guaraníes, equivalente a aproximadamente 16 millones de dólares. Esto representa una ínfima parte, solo el 0,09%, del total de 132,9 billones de guaraníes, que será el presupuesto general del país para el próximo año. La situación plantea serias preocupaciones sobre la atención a los niños y niñas vulnerables en Paraguay, especialmente en un contexto donde la pobreza y la desigualdad continúan siendo problemas endémicos.
El Ministro Walter Gutiérrez expuso ante la comisión los principales ejes de su plan, enfocándose especialmente en «Atención a la primera infancia». Este proyecto aborda diversas áreas esenciales como la salud, educación y el derecho a la identidad durante los primeros años de vida, integrando esfuerzos con otras instituciones gubernamentales para garantizar una atención integral. Gutiérrez subrayó la importancia de abordar estos aspectos con un enfoque multi-institucional.
Para financiar este ambicioso plan, el Ministro Gutiérrez especificó que se utilizarán fondos de Itaipú, estimando alrededor de 50 millones de dólares para la construcción de centros destinados a la primera infancia. Con esta inversión, se espera beneficiar a aproximadamente 288.000 niños y niñas, lo que evidenciaría un intento por expandir y modernizar la infraestructura destinada a los más pequeños del país.
Además del enfoque en la primera infancia, el presupuesto del MINA incluye un plan sustantivo que estipula 22.591 millones de guaraníes. Este plan contempla asistencia financiera a familias, protección económica a familias de niños y adolescentes, y asistencia alimentaria. La falta de familias adoptivas ha sido identificada como un grave problema; de las 32 solicitudes de acogimiento familiar que se reciben mensualmente, solo cinco pueden ser atendidas, lo que resalta la urgencia de implementar medidas eficaces.
En respuesta a esta situación crítica, el Ministro anunció el lanzamiento de un nuevo ‘Programa Nacional de Cuidado Alternativo y Adopciones’. Este programa tiene como objetivo fortalecer el sistema de acogimiento familiar y acelerar los procesos de adopción. Con la contratación de personal especializado a nivel departamental, se busca potencialmente crear una red más amplia de familias dispuestas a acoger a niños y niñas en condiciones de riesgo.
El plan también incluye la posibilidad de que estas familias reciban un subsidio para cubrir gastos esenciales como salud, educación y alimentación, lo que podría facilitar su participación en el sistema de acogimiento. Sin embargo, esta propuesta ha generado inquietudes. La senadora Esperanza Martínez hizo hincapié en la necesidad de garantizar que estos subsidios no distorsionen la esencia del cuidado alternativo, resaltando que la motivación debe basarse en la vocación altruista y no en intereses económicos o políticos.
Este panorama subraya la relevancia de un enfoque institucional más sólido para la protección de los derechos de la niñez en Paraguay. La defensa del presupuesto por parte del MINA pone de manifiesto no solo la limitada inversión en asuntos infantiles, sino también la necesidad urgente de identificar soluciones efectivas que aborden las demandas de un sector de la población que vive en condiciones precarias. Tal vez lo más crítico sea la creciente necesidad de colaboración entre el gobierno, la sociedad civil y la comunidad para asegurar que cada niño y niña tenga acceso a las oportunidades que merecen en su desarrollo.
A medida que se avanza hacia la aprobación del presupuesto 2025, es imperativo que se mantenga la discusión sobre la inversión adecuada en la niñez, priorizando sus derechos y necesidades fundamentales. La situación actual plantea un reto no solo para las instituciones, sino para toda la sociedad, que debe comprometerse a trabajar en conjunto para revertir las realidades alarmantes que enfrentan tantos niños en nuestro país. La defensa de estos recursos es un paso vital para construir un futuro más justo y equitativo, donde la resiliencia de la niñez en riesgo sea fortalecida con acciones concretas y un verdadero compromiso estatal.
