¿Por qué el gobierno excluye a pasajeros organizados en el consejo de control?
En una reciente reestructuración del Consejo del Billetaje, el presidente Santiago Peña ha suscitado controversia al nombrar a Ricardo Núñez, hermano del presidente del Congreso, y excluir a representantes de los pasajeros organizados. Esta decisión ha generado un intenso debate.
El Consejo del Billetaje es el organismo encargado de diseñar, evaluar y proponer las reglamentaciones necesarias para el funcionamiento del sistema de transporte público. Sin embargo, la Organización de Pasajeros del Área Metropolitana de Asunción (Opama), un organismo que busca representación en dicho consejo, se ha manifestado en contra de la falta de inclusión en las decisiones que les conciernen.
Ante esta situación, Opama ha cuestionado la aparente falta de voluntad política del presidente Peña para transparentar las gestiones del transporte público. Griselda Yúdice, vocera de la organización, ha expresado su preocupación por no poder participar en los procesos de toma de decisiones y de mejora del servicio. “No se permite conocer de primera mano los trabajos realizados para optimizar la prestación del transporte público”, afirmó Yúdice.
La vocal de Opama lamentó que, a pesar de los constantes anuncios sobre una reforma del transporte público, el gobierno aún no ha hecho público el documento que contenga los planes concretos al respecto. Esta falta de información ha generado inquietud entre los usuarios del sistema de transporte, quienes se sienten marginados de un proceso que debería incluir sus voces y necesidades.
Uno de los puntos críticos destacados por Opama es la planificación del presupuesto 2025 del Viceministerio de Transporte, que no contempla la financiación necesaria para llevar a cabo la reforma, cuya ejecución podría ascender a unos 300 millones de dólares. Esta omisión plantea serias dudas sobre la viabilidad de las mejoras prometidas en el servicio de transporte.
Yúdice también anunció que la organización exigirá conocer el contenido del anteproyecto de reforma del transporte. Además, solicitarán una audiencia pública en la que todos los sectores involucrados tengan la oportunidad de debatir y expresar sus opiniones. La representante se mostró firme: “Los pasajeros no pueden seguir padeciendo el pésimo transporte público actual y exigiremos que se concrete el proceso sin más dilaciones”.
La movilización de los integrantes de Opama ha tomado las calles para exigir un servicio de transporte público de calidad. La organización reclama no solo un espacio en el consejo, sino que su participación sea efectiva en las decisiones que afectan directamente a los pasajeros. Este reclamo se enmarca dentro de la normativa vigente, que reconoce la importancia de incluir a los usuarios en la toma de decisiones.
La situación pone de relieve un conflicto de intereses y la urgencia de abordar la crisis del transporte en el país. Los usuarios se han manifestado en diversas ocasiones, demandando no solo una mejor prestación del servicio, sino también la participación activa en la creación de políticas que los afectan. Las quejas son una constante en un sistema donde el mal servicio se ha convertido en una realidad cotidiana.
A medida que se intensifica la presión sobre el gobierno para que escuche a los pasajeros, las próximas semanas serán cruciales para determinar si las demandas de Opama serán consideradas. Los usuarios esperan que el consejo del billetaje, con la nueva composición, sea más receptivo y dispuesto a implementar cambios significativos en un sector que es vital para la vida cotidiana de miles de ciudadanos.
La falta de comunicación y atención a las necesidades de los pasajeros podría derivar en un mayor descontento social. Los antecedentes sugieren que la situación podría escalar si no se establecen canales de diálogo efectivos. La promesa de reformas en el transporte público es un tema sensible que atraviesa la política nacional, y su manejo determinará la confianza de los ciudadanos en las instituciones gubernamentales.
Así, el futuro del transporte público en el país pende de un hilo, y la responsabilidad del gobierno será responder adecuadamente a los llamados de los usuarios. Opama se perfila como un actor clave en este proceso, y su inclusión en los espacios de decisión podría ser el primer paso hacia la transformación necesaria en un sector que históricamente ha sido descuidado. La comunidad espera que en este nuevo capítulo se priorice la voz de quienes utilizan el servicio todos los días.