Preparativos del ejército israelí ante posible invasión del Líbano.
El ejército israelí se prepara para una posible ofensiva terrestre en el sur de Líbano, incrementando sus bombardeos y movilizando tropas en la frontera. El general Herzi Halevi anunció que el reciente ataque contra Hezbolá busca debilitar a la milicia chií y sentar las bases para una potencial incursión.
La situación se intensificó esta semana después de que Hezbolá lanzara un misil balístico hacia Tel Aviv, un ataque sin precedentes en casi un año de enfrentamientos. Este evento marcó un escalón significativo en la creciente tensión entre ambos actores, ya que Israel responde con un bombardeo masivo de puntos estratégicos en el Líbano.
De acuerdo con fuentes militares, los ataques aéreos realizados por Israel han sido dirigidos principalmente a eliminar la capacidad ofensiva de Hezbolá, que aún mantiene una notable cantidad de armamento en las inmediaciones de la frontera. Ante esta amenaza, el primer ministro Benjamin Netanyahu declaró que el gobierno israelí «asestará golpes que Hezbolá nunca imaginó», aunque se ha mantenido cauteloso respecto a los detalles de una posible invasión.
Las movilizaciones de tropas israelíes en el norte han generado una gran expectativa sobre las intenciones del ejército en el territorio libanés. El portavoz militar, Doron Speilman, destacó que están considerando «todas las opciones». Sin embargo, en el terreno no se observaron movimientos significativos de tropas en las zonas cercanas a la frontera, lo que sugiere que el enfoque se mantiene en las operaciones aéreas por el momento.
La situación humanitaria en el Líbano se ha deteriorado drásticamente. El ministro de Asuntos Exteriores libanés, Abdallah Bou Habib, informó sobre un éxodo masivo de personas ante el aumento de los bombardeos, con cerca de medio millón de desplazados en un país de pocos más de cinco millones de habitantes. Este fenómeno, vinculado a un conflicto que se agrava de forma alarmante, se suma a las cerca de 600 muertes y más de 1,800 heridos reportados hasta ahora.
Hezbolá justificó su ataque a la sede del Mossad como una respuesta a las operaciones israelíes en territorio libanés. La milicia ha afirmado que este hecho no pasó desapercibido, ya que implica un uso más avanzado de su arsenal, aunque el sistema de defensa antiaérea israelí, conocido como Cúpula de Hierro, ha logrado interceptar muchos de esos proyectiles, mitigando el impacto en la población civil.
Mientras tanto, la región se enfrenta a un clara escalada de ataques, no solo limitados a las fronteras israelíes y libanesas, sino que también incluyen acciones de grupos proiraníes en Irak. Estos grupos han iniciado ataques con drones, lo que pone de relieve un clima de incertidumbre que podría arrastrar a más países al conflicto bélico.
Con la posibilidad de una incursión terrestre real, tanto el ejército israelí como el gobierno parecen firmemente decididos a implementar medidas contundentes para asegurar la bordería norte. No obstante, los residentes de las áreas fronterizas permanecen inquietos y divididos sobre la necesidad de un conflicto más amplio, reflejando la tensión que, en última instancia, puede llevar a un mayor sufrimiento humano en la región. Mientras tanto, en las comunidades cercanas a la frontera, los ciudadanos ruegan por una resolución pacífica al conflicto, temerosos de que el empuje militar de sus fuerzas pueda desencadenar una nueva guerra devastadora.