Un ciervo mata a hombre de 91 años en Granada.
Un ataque inesperado de un ciervo ha resultado en la muerte de un hombre de 91 años en Granada, España, y ha dejado a su esposa e hijo gravemente heridos. El trágico incidente ocurrió en su finca en el municipio de Castril.
Los acontecimientos se desarrollaron el jueves alrededor de las siete de la tarde. Según la Guardia Civil, el hombre se encontró con el ciervo en un corral de su propiedad, donde tenía instalada una explotación ganadera de cabras y ovejas. En un giro desafortunado, el venado se mostró agresivo y embistió al anciano, causándole la muerte. Su esposa, de 84 años, fue la primera en intentar socorrerlo, pero también fue corneada por el animal. Posteriormente, su hijo, de 61 años, llegó al lugar para ayudar, aunque también terminó siendo atacado. Finalmente, en un intento desesperado por defenderse, el hijo tomó su escopeta y disparó al ciervo, logrando matarlo.
Alrededor de las 19:15, el hijo logró comunicarse con el Centro de Emergencias Sanitarias 061, que movilizó a los equipos de rescate de emergencia. Los agentes de la Guardia Civil llegaron rápidamente a la finca, ubicada en la pedanía de El Leganillo, un área rural marcada por su escasa población, a unos 15 minutos de la localidad de Castril, que cuenta con poco menos de 2,000 habitantes.
Los heridos fueron trasladados al hospital de Baza. La esposa presenta múltiples fracturas en las costillas, así como varios rasguños en la cabeza, y es probable que sea derivada a un centro médico en la capital granadina para una evaluación más exhaustiva. En contraste, las lesiones del hijo son menos graves, aunque también requieren atención médica.
Expertos en fauna, como José María Gil Sánchez, investigador en el Departamento de Zoología de la Universidad de Granada, han comentado la extrañeza de este ataque. Según Gil, la población de ciervos en la zona es bastante limitada y estos animales suelen ser esquivos, especialmente debido a la caza furtiva. Los ciervos, aclara, han aprendido a mantenerse alejados de los humanos. Sin embargo, expone que incidentes como este pueden ocurrir con animales que han sido criados en cautiverio. Estos venados pueden volverse agresivos, especialmente en la época de celo, cuando comienzan a ver a los humanos como competidores en su búsqueda de parejas.
El investigador subraya que los ataques de ciervos salvajes a humanos son extremadamente raros, resaltando la contradicción del caso que se ha presentado. La falta de temor de los ciervos domesticados hacia las personas, sumada a su comportamiento errático en ciertas épocas del año, puede dar lugar a situaciones trágicas como la vivida por esta familia.
Esto ha generado una discusión sobre la relación entre humanos y fauna salvaje, especialmente en áreas rurales donde los encuentros entre ambos son más comunes. Las autoridades locales, junto a especialistas en vida silvestre, se ven ahora en la necesidad de evaluar las prácticas de manejo de vida silvestre en la región, asegurando que tales incidentes no se repitan en el futuro. Se ha planteado una atención más profunda a la educación de la población sobre la fauna local y sus comportamientos, especialmente durante las temporadas de celo.
El incidente ha conmocionado a la comunidad de Castril y ha puesto de manifiesto la fragilidad de la interacción entre las personas y la fauna silvestre en entornos rurales. Curiosamente, se ha abierto un debate sobre la necesidad de regular la convivencia y garantizar la seguridad de los ciudadanos, evitando que un ataque de este tipo ocurra nuevamente. A medida que se revelan más detalles sobre el trágico evento, la comunidad mantiene la mirada atenta sobre las acciones que se implementarán para prevenir futuros ataques de animales salvajes.