California prohíbe teléfonos celulares en aulas escolares a partir de 2026.
California ha tomado una decisión audaz respecto al uso de teléfonos celulares en las escuelas al firmar una legislación que busca limitar su presencia en las aulas.
El gobernador Gavin Newsom firmó este lunes la conocida como Ley de Escuelas Libres de Teléfonos, la cual requiere que miles de instituciones educativas de California implementen regulaciones para restringir o prohibir el uso de teléfonos móviles en el ámbito escolar. Esta normativa establece que todos los centros deben contar con directrices adecuadas antes del 1 de julio de 2026, enfatizando que deben promover tanto la educación de los alumnos como su bienestar general.
«El uso excesivo del teléfono aumenta la ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental; tenemos el poder de intervenir”, expresó Newsom en un comunicado sobre la nueva ley. Según el mandatario demócrata, esta política es un esfuerzo por ayudar a los estudiantes de los grados inferiores a enfocarse más en su rendimiento académico y en cultivar habilidades sociales, en lugar de distraerse con las pantallas digitales.
La iniciativa sigue el ejemplo del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, que en junio anunció su apoyo a la prohibición de teléfonos celulares para minimizar distracciones en las aulas a partir de enero de 2025. Se ha revelado que el 97% de los estudiantes utilizan dispositivos móviles durante la jornada escolar, con un promedio de uso de 43 minutos, según un informe de Common Sense Media, una organización que se centra en la educación de los padres.
La ley AB 3216 permite, no obstante, que se hagan excepciones para el uso de teléfonos en casos de emergencia o situaciones amenazantes. Esta particularidad ha suscitado una gran controversia, ya que muchos sostienen que en situaciones críticas, como los trágicos tiroteos escolares, los teléfonos se convierten en herramientas esenciales. Además, se ha advertido que la prohibición podría, de hecho, aumentar los casos de acoso cibernético en las escuelas. Los legisladores de ambos partidos han colaborado en el desarrollo y aprobación de esta ley, lo que demuestra un esfuerzo bipartidista hacia una causa común.
La AB 3216 tiene sus raíces en una ley anterior de 2019, que permitía a los distritos escolares establecer sus propias regulaciones respecto a los teléfonos móviles en las aulas. Desde entonces, se han acumulado evidencias que sugieren que el uso desmedido de dispositivos móviles puede afectar negativamente el aprendizaje, exacerbando problemas como la ansiedad y la depresión entre los adolescentes, según argumentó Al Muratsuchi, legislador y promotor de la nueva ley.
En un contexto más amplio, muchas escuelas en California han estado realizando esfuerzos durante años para manejar el uso de teléfonos. Según datos del Pew Center, el 72% de los profesores de secundaria considera que este tema es un problema, y el 33% de los educadores en el nivel primario coinciden en el mismo sentir. Muchos docentes se han quejado de la habitual distracción de los alumnos, quienes a menudo se encuentran absortos en sus pantallas o usando auriculares durante las clases. Algunas instituciones han implementado técnicas como sobres magnéticos para resguardar los teléfonos, mientras que otras optan por soluciones más directas, como dispositivos de almacenamiento designados en cada aula.
En un contexto más amplio, Vivek Murthy, cirujano general de EE. UU., ha expresado su preocupación respecto a la exposición de los jóvenes a las redes sociales y sus efectos potencialmente perjudiciales en el desarrollo cerebral. En mayo, publicó un informe instando a limitar el acceso de los niños a estas plataformas, destacando que el 95% de los jóvenes de entre 13 y 17 años son usuarios activos de redes sociales.
California no está sola en esta lucha; varios otros estados han comenzado a implementar regulaciones similares. En el último año, Florida adoptó una legislación en esta línea, y otros estados como Indiana y Ohio están ultimando normativas que entrarán en vigencia en los próximos meses. La ciudad de Nueva York también está evaluando la posibilidad de retomar una prohibición sobre teléfonos que estuvo en vigor hasta 2015, y el alcalde Eric Adams, junto con el superintendente escolar, está esperando ver los resultados del experimento californiano antes de realizar cambios más significativos.
Este nuevo enfoque de California refleja un creciente reconocimiento del impacto de la tecnología en la educación y el bienestar mental de los jóvenes. A medida que más estados abordan este tema, se espera que la discusión sobre el equilibrio entre el uso de tecnología y la educación tradicional continúe ocupando un lugar central en el debate educativo nacional.